Antes de explicarte la forma en la cual, esta complicación puede impactar de forma negativa en tu salud y calidad de vida, necesitamos definir correctamente qué es una hernia abdominal incarcerada o, como los pacientes comúnmente la llaman, hernia encarcelada.
Nos referimos a una hernia incarcerada cuando ya no regresa a su sitio dentro del abdomen, es decir, la hernia ( zona abultada) permanece visible todo el tiempo, a pesar de que intentemos devolverla a su lugar utilizando maniobras manuales (empujándola suavemente).
¿Cómo se origina una hernia incarcerada?
No existe una causa específica que ocasione el incarceramiento de una hernia. Sin embargo, la mayoría de los pacientes en los que hemos realizado la cirugía de hernia urgente por una incarceración, coinciden en un desencadentane principal:
¿Cuáles son los síntomas de una hernia incarcerada?
Lo más importante para saber que una hernia se ha incarcerado, es que no regrese al interior del abdomen.
Sin embargo, las personas también pueden presentar otro tipo de síntomas muy diversos, los más frecuentes son los siguientes:
- Dolor repentino en el sitio de la hernia que incrementa con rapidez.
- Náuseas y vómitos.
- Incremento de la frecuencia cardiaca.
- Cambios en la coloración de la hernia.
- Obstrucción intestinal o estreñimiento.
¡NO ESPERES HASTA TENER DOLOR!
El dolor es el primer aviso de una complicación.
¿Cómo evitar esta complicación?
Una hernia incarcerada es una complicación que se puede prevenir en el 100% de los pacientes que la padecen.
La mejor forma de evitar cualquier tipo de complicación, es mediante el tratamiento oportuno y temprano. Siempre será mucho mejor para tu salud que tomes medidas preventivas, antes de que ocurra una complicación.
Es importante que tengas en cuenta que mientras no recibas un tratamiento que cure la hernia, ésta puede seguir creciendo y presentar complicaciones en cualquier momento.
¿Cómo puede afectar mi salud y calidad de vida?
Una vez que ocurre, no hay forma de saber el daño que han sufrido los órganos digestivos hasta realizar la cirugía y ver el estado de salud de los mismos.
Así como es posible que los órganos digestivos se encuentren saludables y no exista ningún problema mayor, también existe la posibilidad de que no sea así y se requiera de una resección intestinal o incluso otro tipo de cirugías más complejas.
Los riesgos de la cirugía incrementan una vez que la hernia esta incarcerada. Algunas de las implicaciones que puede tener esta complicación son:
- La necesidad de realizar una resección intestinal y anastomosis (unir los extremos de intestino).
- Si el intestino se ha perforado o se encuentra en muy mal estado, será necesario realizar la resección intestinal y colocar una colostomía (pegar el intestino a la pared abdominal y colocar una bolsa por fuera del abdomen por la que saldrán las heces fecales, la famosa "bolsita").
- Los riesgos de la cirugía incrementan de forma importante.
- Al ser una enfermedad grave y con riesgos mayores, requiere del uso de muchos medicamentos, antibióticos y estancia intrahospitalaria, esto puede incrementar el costo del tratamiento en más del del 70% del precio normal.
- El riesgo de complicaciones postoperatorias es mucho mayor.
¿Qué hacer si tengo síntomas de una hernia incarcerada?
Debes acudir con un cirujano general inmediatamente para que confirme el diagnóstico y te brinde un tratamiento oportuno.